Luego de leer este relato, que sabemos no es nuevo, solo tenemos algo para decir: Ni la más mínima muestra de #homofobia será bien vista, será combatida. #NoHomofobia

“Esta carta se ha escrito con el fin de esclarecer ciertos datos acerca de la denuncia de acoso sexual que han puesto los padres de mi expareja. Lo hago de manera escrita debido al suicidio que he cometido y porque no quiero que los 16 años de vida que tuve se hallen con una oscura mancha llena de mentiras”. Así empieza una de las cartas que Sergio Urrego dejó en su casa, una hora antes de quitarse la vida. Se lanzó de la terraza del centro comercial Titán Plaza, al noroccidente de Bogotá, el pasado 4 de agosto.

Cada 40 segundos, en alguna parte del mundo, una persona se suicida. Sergio Urrego entró a engrosar esa cifra estéril que esta semana divulgó la Organización Mundial de la Salud, pero antes de hacerlo dejó por escrito todos los indicios que apuntarían a que su muerte está fuertemente relacionada con la discriminación que vivió en su colegio por ser gay. Un mes después de los hechos, con el dolor vivo —innombrable— que significa perder a un hijo, su mamá Alba Reyes y su papá Robert Urrego autorizaron revelar los detalles de su historia.

“Mi sexualidad no es mi pecado, es mi propio paraíso”, es el mensaje que todavía se lee en el muro de Facebook de Sergio Urrego. Eso creía este joven, para quien el amor no era una cuestión de géneros, de hombres y mujeres que se casan y reproducen. Hace 6 años estudiaba en el Gimnasio Castillo Campestre, una institución católica, en Tenjo, de 600 estudiantes de clases media y alta, que se ufana de “rescatar los valores para alcanzar la paz”.

Llegó aquí por la ilusión de sus padres de que cursara bachillerato en un colegio más grande y con mejores instalaciones al del barrio, donde cursó primaria becado. Estaba en 11° grado, y su novio, hace mes y medio, era un compañero del curso. Todo empezó a comienzos de mayo de 2014, cuando el profesor Mauricio Ospina decomisó un celular que tenía una foto de Sergio Urrego y su pareja dándose un beso. El profesor llevó el caso a las directivas de la institución y los jóvenes fueron llamados a “Psicorientación”.

Allá les dijeron que estaban cometiendo una falta grave, porque el manual de convivencia decía que estaban prohibidas “las manifestaciones de amor obscenas, grotescas o vulgares en las relaciones de pareja dentro y fuera de la institución” y que estas relaciones debían ser autorizadas por los padres. Sergio y su pareja fueron llamados en repetidas ocasiones a la oficina de la psicóloga del colegio, Ivón Andrea Cheque Acosta. Fue ella quien los citó, el 12 de junio, junto a la coordinadora de turno y cuatro docentes más, para que explicaran su relación de pareja y para que les contaran a sus padres que estaban citados el 20 de junio para hablar del tema. Una amiga de clase recuerda que estaban preocupados y temerosos de esta reacción. Sergio se llenó de valor. Primero le contó a su papá, a quien le tenía una profunda confianza, y luego a su mamá. Los dos lo respaldaron y le recordaron que más allá de sus preferencias sexuales él era su hijo y lo iban a apoyar. El escenario fue radicalmente distinto para su novio: sus padres se escandalizaron, lo aislaron y lo retiraron de clases.

El 20 de junio, Alba Reyes, la mamá de Sergio, fue a la cita acordada. Al llegar, la rectora Amanda Azucena Castillo preguntó por el papá, Reyes le explicó que por compromisos laborales no pudo asistir. Castillo respondió que Sergio no podía entrar a clases hasta después de vacaciones cuando se diera la reunión con el padre. “¿Está violando mi derecho a la educación?”, le preguntó Sergio, y ella respondió desafiante que sí.

Cansados de tantos atropellos, el 1° de julio, Alba Reyes y su hijo radicaron una queja ante la Secretaría de Educación de Cundinamarca en contra del colegio Gimnasio Castillo Campestre. El documento denunció varios supuestos cobros arbitrarios en el colegio y la discriminación que tuvo su hijo por su preferencia sexual. También relató que la rectora Castillo no les entregó los últimos resultados académicos de Sergio, a pesar de estar “a paz y salvo” con la institución.

En diálogo con El Espectador, la secretaria de Educación de Cundinamarca, Piedad Caballero, afirmó que aún no han respondido la queja que interpuso la madre de Sergio. Sin embargo, explicó que se realizaron visitas para verificar las denuncias. El informe que reportaron los funcionarios , luego de hablar con la rectora Castilla, señaló que Sergio era un joven abandonado por su familia, pero nunca refirió el trato discriminatorio por parte del colegio que denunciaron sus padres. En cuanto a las supuestas irregularidades por cobros arbitrarios, Caballero explicó que siguen en proceso de investigación, porque el colegio pidió suspender las visitas, ya que tras la muerte de Sergio manifestaron sentirse amenazados por la Unión Libertaria Estudiantil, la organización anarquista a la que perteneció este joven.

La última reunión entre el colegio y los padres de Sergio fue el 12 de julio. A ella asistieron la rectora, el director, la psicóloga y una profesora. Las directivas dijeron que no era cierto que estuvieran discriminando a Sergio por su orientación sexual, pese a sus reproches sobre que no tuvieran la misma actitud frente a las parejas heterosexuales. La rectora afirmó que este caso era distinto porque existía una queja de acoso sexual contra él. Sergio lo negó sorprendido. Sus padres pidieron pruebas. Castillo dijo que no las tenían en ese momento y advirtió que la única forma para que el joven volviera a clases era que presentara un certificado de acompañamiento psicológico todos los meses hasta el día de su grado.

El lunes 14 de julio el papá llevó el certificado al colegio para que su hijo por fin reanudara clases. Pero al día siguiente, mientras Sergio esperaba que lo recogiera la ruta del bus, la psicóloga lo llamó y le dijo que los documentos no cumplían con los “parámetros requeridos” y que no podía ir a la institución. “Llamé desesperada al psicólogo para decirle que me ayudara a corregir los certificados porque no querían dejarlo entrar. Yo ya veía muy angustiado a Sergio por todo esto”, señaló Alba Reyes.

Por esos días, fiscales de la Unidad de Reacción Inmediata de Engativá llamaron por error a Robert Urrego y le contaron que efectivamente existía una denuncia por acoso sexual contra su hijo. La queja la habían puesto los papás del compañero de Sergio. El derecho de petición que hicieron, el 22 de julio de 2014, dice que Sergio “pretende con su actuar manipular y dominar a su hijo para que acceda a mantener una relación de noviazgo con él por medio de manifestaciones afectivas en público”.

“Sergio estaba destrozado con la denuncia”, afirmó su padre, Robert Urrego. Por eso decidieron retirarlo e inscribirlo en su antiguo colegio, el Liceo Normandía. Sus compañeros lo despidieron con mensajes en una cartelera pequeña. La directora y profesora de este pequeño plantel, Olga Milena Jankovich, recuerda a Sergio como el mejor estudiante que ha tenido y relata que por esos días él le contó la situación y le pidió consejo, porque “lo único” que quería era terminar el bachillerato.

El 28 de julio, los papás de Sergio radicaron la petición de retiro, en la que dejaron constancia de la discriminación y trato degradante que recibió su hijo por parte de las directivas. En el documento solicitaron que les reintegraran los derechos de grado y les dieran certificados de paz y salvo. El colegio negó la petición el 1° de agosto, argumentando que ya se había hecho la reserva y consignación de la fiesta de graduación.

Para seguir con la pesadilla, a Alba Reyes le pusieron una denuncia ante una Comisaría de Familia por abandono de hogar, manifestando que ella vivía en Cali y que Sergio estaba solo en Bogotá, con su abuela de 90 años. El tema terminó con una visita domiciliaria a Sergio, a la que su madre no pudo asistir. “Entraron a mi casa y cuestionaron a Sergio, al final la funcionaria dijo que no se trataba de un caso de violencia intrafamiliar”, mencionó Alba Reyes.

A pesar del retiro del colegio, por trámites de inscripción, Sergio presentó las pruebas del Icfes a nombre del Gimnasio Castillo Campestre, el pasado 3 de agosto. Alba Reyes voló a Cali al día siguiente para avisarle al gerente de la sede en la que trabaja que no podía viajar más porque le afanaba mucho que por los procesos legales en curso le quitaran a su hijo. Esa misma noche regresó a Bogotá. Cuando entró encontró en la mesa del comedor una nota que decía: “Se presentó un problema, no puedo ir al colegio”. Extrañada subió a buscar a Sergio a su cuarto. En la cama encontró la segunda nota que decía: “Estas cosas sólo las pueden tocar mi madre o mi padre. Las que están selladas entregarlas así. No abrir”, junto a varios libros y una nota para sus amigos.

Allí también dejó la segunda misiva, quizá la más dura y desesperanzadora, donde se despide con cariño de su padre, de su abuela y de su madre. “Hoy espero lean las palabras de un muerto que siempre estuvo muerto, que caminando al lado de hombres y mujeres imbéciles que aparentaban vitalidad, deseaba suicidarse, me lamento de no haber leído tantos libros como hubiese deseado, de no haber escuchado tanta música como otros y otras, de no haber observado tantas pinturas, fotografías, dibujos, ilustraciones y trazos como hubiese querido, pero supongo que ya puedo observar a la infinita nada”, escribió Sergio, luego de pedir que donaran sus órganos y que no lo enterraran con curas ni oraciones; también dejó claro que el detonante de su muerte fueron todos los problemas que tuvo últimamente en el colegio.

La tercera carta la dejó en la mesa de noche de su madre: “A quien corresponde”, decía el encabezado y en ella desmiente las acusaciones por acoso sexual de la familia de su novio: “En la memoria de mi celular y en el escritorio de la pc quedan dos pantallazos de nuestras conversaciones en Whatsapp que demuestran que él no se sintió acosado en ningún momento, pues respondía con naturalidad a los mensajes. También hay pantallazos de la conversación que él tuvo con un amigo después de que les contara a sus padres sobre su orientación sexual, en los que escribió que estaba vuelto mierda debido a la posición que tomó su madre después de recibir la noticia (…) Él puede confirmar la veracidad de toda esta información, así como los testigos de nuestros actos (cuando había). Nunca en mi vida he acosado sexualmente a nadie, me parece un acto reprochable”.

El 4 de agosto de 2014, Sergio se bañó a las 7:00 p.m., le mostró el uniforme de su nuevo colegio a la persona que cuida a su abuela y salió de la casa. Dejó la comida servida. Llegó al centro comercial Titán Plaza y tras cruzar varios mensajes de despedida con amigos se lanzó de la terraza. Falleció tres horas después en la Clínica Shaio de muerte cerebral. El viernes 8 de agosto fue el funeral. Una de sus compañeras, que pidió proteger su identidad, recuerda que ese día fueron 40 de los 42 estudiantes de 11° grado del colegio. A la semana siguiente, el martes 26 de agosto, a los estudiantes los citaron a una reunión. La psicóloga les pidió que fueran discretos con el suicidio de Sergio. La rectora Castillo les dijo que como no habían pedido permiso para ir al velorio, tenían que reponer el día el próximo sábado. En la reunión nunca escucharon que la rectora lamentara la muerte de Sergio, pero sí que se refirió a él como “anarco”, ateo y homosexual. Este diario llamó en cinco oportunidades al Gimnasio Castillo Campestre para consultar sobre todas las denuncias a la rectora Castillo, pero manifestaron que estaba en una reunión y no podía hablar.

Para quienes conocían y querían a Sergio nada en la descripción que hizo la rectora podía considerarse malo. Sabían que él, así como sacaba los primeros puestos en todas las clases, también era gay, anarquista y pertenecía a la Unión Libertaria Estudiantil. Conocían su estilo crítico e irreverente, sus duros reproches a las religiones y su apertura para expresar sus preferencias homosexuales.

Sergio Urrego quería graduarse, tenía pensado estudiar inglés en Australia y luego ingeniería ambiental. Su papá, con la voz entrecortada por el llanto, dice que su hijo se suicidó como un grito de protesta. Su madre afirma que no descansará hasta limpiar su nombre, por eso presentará, con el apoyo jurídico de Colombia Diversa, una tutela la próxima semana. Sus amigos y familiares planean hacer un plantón y manifestación cultural a su nombre el próximo viernes, frente al colegio y el centro comercial Titán Plaza.

En una de las tres cartas que este joven dejó se despidió de su abuela. Escribió que iba a extrañar sus manos, su manera de mirar, de soñar, de añorar la juventud: “Nunca deseé morir antes que ella, pero esto ya no da más. En realidad pido unas muy sinceras disculpas por esto”, dijo. Sus palabras son una puñalada para quienes creemos que su muerte deja lecciones profundas y complejas sobre esta sociedad limitada, tan fiel representada por el sistema educativo.

Por: @Natal1aH  –  http://tinyurl.com/qx6qspr

 

PIEDRAS EN EL ZAPATO #Documental #Tolima #Colombia

PIEDRAS EN EL ZAPATO es un documental que narra la lucha de los habitantes del municipio de Piedras-Tolima durante la Consulta Popular que terminó con toda posibilidad de actividad minera en el territorio de los hijos de Bulira, gracias a que el 98.8% del potencial electoral, 2.971 sufragantes expresaron en las urnas un NO rotundo contra el proyecto de Minera A cielo Abierto de AngloGold Ashanti.

Mayor Info: http://elsalmonurbano.blogspot.com/

FICHA TÉCNICA:

NOMBRE: PIEDRAS EN EL ZAPATO
EDICIÓN: EDWIN MORALES CORTES
PRODUCCIÓN E INVESTIGACIÓN HISTORICA: JOSÉ LEDESMAN
PRODUCCIÓN EN BOGOTÁ: MÓNICA OSORIO
CÁMARA, GUIÓN Y DIRECCIÓN: CARLITOS ROJAS
PAÍS: COLOMBIA
IDIOMA: CASTELLANO
DURACIÓN: 48 MINUTOS
GÉNERO: DOCUMENTAL
FORMATO: VIDEO DIGITAL
AÑO: 2013

CONTRAINDICACIONES:

EL CONOCIMIENTO ES UN BIEN SOCIAL Y NO UN PATRIMONIO PERSONAL…

No lo guarde en su mesa noche, no lo archive en su biblioteca….
Oiga, mire, vea este documental, pero rótelo entre su comunidad…
Rótelo en su barrio, comuna, vereda, municipio, departamento…
Compártalo en su trabajo, en su parche, en su colegio, en su universidad…
Véalo con sus vecinos, con sus amigos, con su familia, con sus compadres….

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El día 23 de Julio del presente año, se sometió violentamente a muchos jóvenes que no han resuelto su situación militar y se los traslado hasta las instalaciones del Grupo Cabal y al Distrito, ignorando que desde el 2011 la Corte Constitucional dicto, según sentencia C-879, que estas son detenciones arbitrarias, y que los militares solo pueden realizar «verificación de documentos» y proceder a darle al individuo una citación para resolver su situación militar si se encuentra en estado de remiso.

Todas estas normas se vieron violadas, incluso se presento gente sometida con golpes y haloneos, también hubo gente de Veredas y Municipios cercanos.

El respeto a la gente debe ser el derecho primordial en una ciudad que crece a ritmo constante, y la vida se debe respetar, debemos ser consecuentes en el hecho de que la bala y le fusil son los mismos de cualquier bando.

El conversatorio que ofrecemos trata sobre las leyes que respaldan y que prohíben el servicio militar obligatorio, y las batidas, redadas, o como se llaman comúnmente «recogidas». Por otro lado se ofrecerá las alternativas que desde diversas campañas se ha presentado al gobierno nacional para acabar de una ves por todas, y el hecho de que muchos jóvenes no quieren cargar un fusil, pero tampoco quieren pagar tributos para poder llevar una vida tranquila e incluso un trabajo estable y garantizado.

Invita: Coordinadora Antifascista Pasto [Evento Facebook]

#ConLosOjosEnGAZA || Mientras el mundo se prepara para escuchar el pitazo inicial del partido entre los seleccionados de Brasil y Alemania por la Copa del Mundo de la #FIFA, en Gaza, la población está siendo atacada por cielo y tierra por el Ejército Israelí. Pedimos a todxs que estemos al tanto de lo que sucede con nuestros hermanos palestinos y exijamos, entre nuestras posibilidades, el juicio a estos crímenes de lesa humanidad perpetuados por los sionistas.

Para estar atentxs a lo que ocurre en Gaza, en estos momentos, que es donde se están concentrando los ataques, pueden seguir a: Palestina Libre + RT en Español

¡ P A L E S T I N A L I B R E !
¡ S O L I D A R I D A D Y L U C H A !

**Foto: Vista panorámica del estadio de fútbol de Gaza, destruido tras bombardeos israelíes. Anónima.

Brasil 2014, el negocio del fútbol a costa de un pueblo

Es el verano de 1942 y la misma Ucrania que hoy se encuentra ocupada por fascistas pro-occidentales se encontraba bajo el yugo Nazi. El terror recorría las calles y los estadios. Muchos jugadores del Dínamo de Kiev habían partido a los frentes de guerra, mientras otros se quedaron resistiendo en armas en las calles para morir o ser esclavizados en los campos de concentración. Los que sobrevivieron buscaron trabajo en una panadería y formaron el FC Start, que comenzó a imponerse rápidamente sobre sus rivales alertando a las autoridades alemanas. Para darles una lección a los ucranianos se fijó un partido entre el FC Start y el equipo Flakelf de la Luftwaffe, con un árbitro de las SS. Aunque confiados de su victoria, los nazis amenazaron a los jugadores ucranianos advirtiéndoles que morirían si ganaban el partido. Hambrientos y mal vestidos, la dignidad de los jugadores ucranianos pudo más y se impusieron a los alemanes. Como venganza los nazis arrestarían, torturarían y enviarían a campos de concentración a los jugadores ucranianos, sin embargo, su heroísmo quedaría marcado por siempre en la historia.

Comenzamos narrando esta historia para ejemplificar como el futbol es más que un simple deporte, es parte de una lucha que ha dejado su huella imborrable en la historia de los pueblos. El fútbol, el deporte más popular del mundo, aquel que es capaz de desatar las más variadas pasiones y sentimientos, precisamente por estos motivos, no es solo entretención, es un arma, que puede ser usada tanto para la liberación como para la opresión. El futbol no es ni de izquierda ni de derechas, no es ni socialista, ni socialdemócrata ni capitalista, pero, hay que decirlo, hoy está absolutamente monopolizado por el capitalismo y su lógica mercantil.

Hoy el futbol ha sido transformado en un negocio, en un estupendo negocio, y en un arma para la dominación y el mayor ejemplo de ello o hemos visto en estos meses con motivo del Mundial de Brasil.

Brasil 2014: entre balas y billetes

Los jugadores del FC Start eligieron morir antes que ser derrotados, jugaron el partido, tuvieron su oportunidad de vencer y morir; hoy a los niños brasileños ni siquiera se les permite eso. Antes de que suene el silbato decenas de niños son asesinados, miles de pobladores son desplazados y millones son reprimidos para garantizar el espectáculo y el negocio. Y es que así como toda inversión extranjera exige un país con gobernabilidad, todo Mundial de Futbol exige, a parte de la gobernabilidad, el maquillaje de todo aquello que pueda ser desagradable para los ilustres visitantes que llegarán al país. Y es que siempre es difícil vender la imagen de un país con tantas desigualdades, pobreza y violencia.

El Mundial fue – y es – una apuesta de la clase gobernante Brasileña, una apuesta económica y política que buscaba principalmente generar un lucrativo negocio para el empresariado brasileño, proyectando al exterior, de paso, una imagen de un Brasil próspero y viable para la inversión, al tiempo que el sentimiento de unidad nacional generado por el futbol, las obras de infraestructura y la repercusión mediática del Mundial permitiesen un acumulado político para la reelección del actual gobierno.

Tras ser designado como sede del Mundial 2014, el gobierno brasileño estableció que los estadios y demás obras de infraestructura serían levantados por el sector privado, pero con dinero público. A través del BNDES, Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, se financiaron las obras ejecutadas por empresas privadas, las que intencionadamente retrasaron sus labores para presionar exigiendo pagos extras, esto hizo que el costo final de las obras  haya sido un 300% superior al presupuestado inicialmente, unos 2.500 millones de euros, según datos del Sindicato Nacional de Arquitectura y de la Ingeniería, que superan los realizados en Alemania y Sudáfrica en los Mundiales pasados. Negocio redondo, al que hay que sumar el negocio que se está haciendo con la hotelería y las telecomunicaciones, con vistas a recibir a los más de 600 mil turistas que llagarán al país.

El comercio ilegal también se está fortaleciendo con el Mundial. El capitalismo delictivo ya ha obtenido ganancias con la explotación sexual de niños y niñas en los alrededores de las grandes obras y ya se preparan para desatar la prostitución infantil y el tráfico de drogas con la llegada de los turistas, algo que ya ha sido reseñado por la prensa que sin ningún tipo de respeto hablan de “las niñas putas del Mundial”.

Para la multinacional dueña del Mundial (la FIFA) el negocio es impresionante, gracias a la complicidad del gobierno brasileño. La llamada “Ley FIFA”, firmada por la presidenta Dilma Rousseff, establece que los patrocinadores del  mundial (donde están multinacionales como la Coca Cola, McDonald’s, Budweiser, etc.) no pagarán impuestos durante 12 meses!! Además, se exige la prohibición del comercio ambulante cerca de los estadios. Esto con el objetivo de obtener unos 3.500 millones de dólares. Sin mencionar el negociado que se hace con la venta de derechos de transmisión, las salas VIP en los estadios, la venta de entradas y los alojamientos en hoteles lujosos.

Cerca de 11 mil millones de dólares gastará el Estado brasileño en el mundial, mientras las multinacionales auspiciantes no pagarán ni un impuesto, dinero del pueblo brasileño que podría ser usado en salud, vivienda, educación, transporte y otros servicios sociales. Junto a esto,  el negocio de la construcción ha requerido de la expulsión de más de 250 mil personas en las 12 ciudades sedes del Mundial. Miles de familias han perdido su derecho a la vivienda para dar paso a estadios, aeropuertos, autopistas y otras edificaciones. ¿Ahora se entienden las manifestaciones y la rabia del pueblo brasileño?

Las manifestaciones que se han venido desarrollando desde el 2013 tienen 6 grandes reivindicaciones: vivienda, salud pública, transporte público, educación, justicia (fin de la violencia de Estado en las favelas y desmilitarización de la policía militar) y que se permita la presencia de vendedores ambulantes en las inmediaciones de los estadios. Sin embargo, han sido desoídas por el gobierno quien ha desatado una represión extrema que he terminado militarizando al país.

Y es que no solo se trata de contener a los manifestantes e impedir que el pueblo muestre al mundo el verdadero rostro de Brasil, también se deben esconder todas las desigualdades sociales y los vicios que están conllevan. Al parecer la consigna ha sido que para erradicar la pobreza hay que acabar con los pobres y, para ello, se ha procedido a la ocupación militar de las favelas, lo que ha significado la expulsión de cientos de personas y el asesinato de docenas de niños, reemplazándose el autoritarismo narco por la arbitrariedad militar de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) y del Ejército. La limpieza social alcanza su faceta mas cobarde y criminal con el asesinato de indigentes y niños de la calle, que según Ong’s suman más de 130 víctimas.

El asesinato, la militarización, el desplazamiento forzado, la represión, han sido la antesala de un Mundial bañado de sangre.

El negocio del futbol

El negocio del futbol mueve anualmente unos 500 mil millones de dólares. Su propietario, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), obtiene más de 200 millones de dólares anuales solo en utilidades, con un patrimonio de más de mil millones de dólares. A esto debemos sumarle las enormes ganancias que obtienen las diversas multinacionales asociadas al negocio futbolero y sus figuras, son cifras astronómicas que superan el PIB de muchos de los países más desarrollados. Esto gracias a un mercado compuesto por más de 300 millones de personas que practican este deporte en sus diversos grados de profesionalismo, a los que se suman los cientos de millones que lo siguen en los estadios, por televisión o internet.

Como dice Eduardo Galeano: El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar, y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue.

Hoy los clubes son sociedades anónimas, propiedad privada de multinacionales, fondos de inversión o de algún multimillonario que poco le importa la pasión deportiva. Cada uno de estos clubes opera como una empresa, asociada a una gran empresa multinacional como lo es la FIFA. Lo futbolistas ya no son personas, son imágenes y mercancías y su talento vale en la medida en que permite generar ganancias. Existe un mercado de compra-venta de jugadores, estos se cotizan, se especula sobre ellos, se establecen valores a futuro, se ofrece propiedad sobre todo o parte de sus derechos económicos, tal como si fuese cualquier producto transable en alguna Bolsa de Comercio. Los países de la periferia de África o América Latina se convierten en semillero para futuras inversiones. Managers y agentes caza talentos se pasean por nuestros países ofreciéndoles a los niños la ilusión de llegar a algún equipo de los grandes. Con pasaportes falsos se compran niños africanos para llevarlos a Europa, se calcula que cerca de 20 mil niños africanos que llegaron con la promesa futbolera a Europa hoy viven en extremas condiciones en las calles.

El futbol es un negocio pero también es un arma para quienes dominan, sobran los ejemplos de la utilización del futbol con fines políticos, baste citar en mundial de Argentina en el 78’ y el uso que hizo del él la Dictadura Militar. El futbol es utilizado para exacerbar las ficticias y preconstruidos conflictos entre países vecinos para generar sentido de unidad nacional y asi esconder las desigualdades internas, como mecanismo de distracción social y adormecimiento y como mecanismo de división. Respecto a esto último es significativo que mientras los hinchas se matan en las afueras de los estadios, los dueños de esos clubes ven los partidos juntos y comparten negocios sin ninguna rivalidad.

Que el futbol se haya transformado en esto no significa que sea malo de por sí. El futbol es parte de una lucha, como ocurre también en otros ámbitos, en él aún hay resistencias, gestos heroicos y anhelos populares, tenemos el fútbol de barrio, futbolistas que luchan junto a su pueblo, hinchadas antifascistas o con vocación social y pequeños clubes que aún resisten a la mercantilización. No se trata de criticar al fútbol en sí, sino a todo lo que lo rodea y lo ha convertido en lo que es hoy. El futbol es un sentimiento antes que todo, pero también debiese ser, y es la lucha que debemos dar, un derecho para el pueblo y no el monopolio de unos pocos.

Resistencia Antiimperialista

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Brasil, fútbol y protestas – Ignacio Ramonet

Ignacio Ramonet – Consejo Científico de ATTAC España

Es poco probable que los brasileños obedezcan a la procaz consigna que lanzó Michel Platini –otrora gran futbolista y hoy politiquero presidente de la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA)– el pasado 26 de abril: “Hagan un esfuerzo, déjense de estallidos sociales y cálmense durante un mes” (1).

La Copa Mundial de Fútbol comienza en São Paulo el 12 de junio para concluir el 13 de julio en Río de Janeiro. Y hay efectivamente preocupación. No sólo en las instancias internacionales del deporte sino también en el propio Gobierno de Dilma Rousseff, por las protestas que podrían intensificarse durante el evento deportivo. El rechazo al Mundial por parte de la población ha seguido expresándose desde junio del año pasado, cuando empezó todo con ocasión de la Copa Confederaciones. La mayoría de los brasileños afirman que no volverían a postular a Brasil como sede de un Mundial. Piensan que causará más daños que beneficios (2).

¿Por qué tanto repudio contra la fiesta suprema del balompié en el país considerado como la meca del fútbol? Desde hace un año, sociólogos y politólogos tratan de responder a esta pregunta partiendo de una constatación: en los últimos once años –o sea, desde que gobierna el Partido de los Trabajadores (PT)– el nivel de vida de los brasileños ha progresado significativamente. Los aumentos sucesivos del salario mínimo han conseguido mejorar de forma sustancial los ingresos de los más pobres. Gracias a programas como “Bolsa Familia” o “Brasil sin miseria”, las clases modestas han visto mejorar sus condiciones de vida. Veinte millones de personas han salido de la pobreza. Las clases medias también han progresado y ahora tienen la posibilidad de acceder a planes de salud, tarjetas de crédito, vivienda propia, vehículo privado, vacaciones… Pero aún falta mucho para que Brasil sea un país menos injusto y con condiciones materiales dignas para todos, porque las desigualdades siguen siendo abismales.

Al no disponer de mayoría política –ni en la Cámara de diputados ni en el Senado–, el margen de maniobra del PT siempre ha sido muy limitado. Para lograr los avances en la distribución de los ingresos, los gobernantes del PT –y en primer lugar el propio Lula– no tuvieron más remedio que aliarse con otros partidos conservadores (3). Esto ha creado cierto vacío de representación y una parálisis política en el sentido de que el PT, a cambio, ha tenido que frenar toda contestación social.

De ahí que los ciudadanos descontentos se pongan a cuestionar el funcionamiento de la democracia brasileña. Sobre todo cuando las políticas sociales comienzan a mostrar sus límites. Pues, al mismo tiempo, se produce una “crisis de madurez” de la sociedad. Al salir de la pobreza, muchos brasileños pasaron de la exigencia cuantitativa (más empleos, más escuelas, más hospitales) a una exigencia cualitativa (mejor empleo, mejor escuela, mejor servicio hospitalario).

En las revueltas de 2013, se pudo ver que los protestatarios eran a menudo jóvenes pertenecientes a las clases modestas beneficiarias de los programas sociales implementados por los Gobiernos de Lula y de Dilma. Esos jóvenes –estudiantes nocturnos, aprendices, activistas culturales, técnicos en formación– son millones, están mal pagados, pero tienen ahora acceso a Internet y poseen un nivel bastante alto de conexión que les permite conocer las nuevas formas mundiales de protesta. En este nuevo Brasil, desean “subirse al tren”(4) porque sus expectativas han aumentado más que su condición social. Pero entonces descubren que la sociedad está poco dispuesta a cambiar y a aceptarlos. De ahí su frustración y su descontento.

El catalizador de ese enojo es el Mundial. Obviamente, las protestas no son contra el fútbol, sino contra algunas prácticas administrativas y contra los chanchullos surgidos de la realización del evento. El Mundial ha supuesto una colosal inversión estimada en unos 8200 millones de euros. Y los ciudadanos piensan que, con ese presupuesto, se hubieran podido construir más y mejores escuelas, más y mejores viviendas, más y mejores hospitales para el pueblo.

Como el fútbol es el universo simbólico y metafórico con el cual más se identifican muchos brasileños, es normal que lo hayan utilizado para llamar la atención del Gobierno y del mundo sobre lo que, según ellos, no funciona en el país. En ese sentido, el Mundial ha sido revelador. Para denunciar, por ejemplo, esa forma de hacer negocios turbios con el dinero público. Sólo en la construcción de los estadios, el coste final ha sido un 300% superior al presupuesto inicial. Las obras fueron financiadas con dinero público a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), el cual confió la edificación de los estadios y las gigantescas obras de infraestructura a empresas privadas. Estas, con frío cálculo, programaron el retraso en los plazos de entrega, con vistas a realizar una extorsión sistemática. Pues sabían que, ante las presiones de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), cuanto más se retrasara la construcción, mayores serían los pagos adicionales que recibirían. De tal modo que los costes finales se triplicaron. Las protestas denuncian esos sobrecostes efectuados en detrimento de los precarios servicios públicos ofrecidos en educación, salud, transporte, etc.

Asimismo, las manifestaciones denuncian la expulsión, en algunas de las doce ciudades sedes del Mundial, de miles de familias, desahuciadas de sus barrios para liberar los terrenos donde se han edificado o ampliado aeropuertos, autopistas y estadios. Se estima que unas 250.000 personas fueron víctimas de expulsiones. Otros protestan contra el proceso de mercantilización del fútbol, que la FIFA favorece. Según los valores dominantes actuales –difundidos por la ideología neoliberal–, todo es mercancía y el mercado es más importante que el ser humano. Unos pocos jugadores talentosos son presentados por los grandes medios de comunicación como “modelos” de la juventud, e “ídolos” de la población. Ganan millones de euros. Y su “éxito” crea la falsa ilusión de un posible ascenso social mediante el deporte.

Muchas protestas son dirigidas directamente contra la FIFA, no sólo por las condiciones que impone para proteger los privilegios de las marcas patrocinadoras del Mundial (Coca Cola, McDonald’s, Budweiser, etc.) y que son aceptadas por el Gobierno, sino también por las reglas que impiden, por ejemplo, la venta ambulante en las cercanías de los estadios.

Varios movimientos protestatarios tienen por lema “Copa sem povo, tô na rua de novo” (“Copa sin el pueblo, estoy en la calle de nuevo”), y expresan cinco reivindicaciones (por los cinco Mundiales ganados por Brasil): vivienda, salud pública, transporte público, educación, justicia (fin de la violencia de Estado en las favelas y desmilitarización de la policía militar) y, por último, una sexta: que se permita la presencia de vendedores informales en las inmediaciones de los estadios.

Los movimientos sociales que lideran las manifestaciones se dividen en dos grupos diferentes. Una fracción radical, con el lema “Sin derechos no hay Mundial”, pacta objetivamente con los sectores más violentos, incluso con los “Black Bloc” y su depredación extrema. El otro grupo, organizado en Comités Populares de la Copa, denuncia el “Mundial de la FIFA” pero no participan en movilizaciones violentas.

De todos modos, las protestas actuales no parecen poseer la amplitud de las de junio del año pasado. Los grupos radicales han contribuido a fragmentar la protesta, y no hay una dirección orgánica del movimiento. Resultado: según una reciente encuesta, dos tercios de los brasileños están en contra de las manifestaciones durante el Mundial. Y, sobre todo, desaprueban las formas violentas de las protestas (5).

¿Cual será el coste político de todo esto para el Gobierno de Dilma Rousseff? Las manifestaciones del año pasado supusieron un duro golpe a la presidenta que, en las tres primeras semanas, perdió más del 25% del apoyo popular. Después, la mandataria declaró que escuchaba la “voz de las calles” y propuso una reforma política en el Congreso. Esa enérgica respuesta le permitió recuperar parte de la popularidad perdida. Esta vez, el desafío será en las urnas, porque las elecciones presidenciales son el 5 de octubre próximo.

Dilma aparece como favorita. Pero tendrá que enfrentarse a una oposición agrupada en dos polos: el del centrista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), cuyo candidato será Aécio Neves; y, mucho más temible, el polo del socialdemócrata Partido Socialista Brasileño (PSB), constituido por la alianza de Eduardo Campos (ex ministro de Ciencia y Tecnología de Lula) y la activista ecologista Marina Silva (ex ministra de Medio Ambiente de Lula). Para este escrutinio, decisivo no sólo para Brasil sino para toda América Latina, lo que ocurra este mes durante el Mundial podría ser determinante.

(1 ) http://www.dailymotion.com/video/x1rao84_mondial-2014-platini-le-bresil-faites-un-effort-pendant-un-mois-calmez-vous-25-04_sport
(2) Folha de São Paulo, São Paulo, 8 de abril de 2014.
(3) Desde la época de Lula, la base de la coalición que gobierna Brasil está formada fundamentalmente por el PT y el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, centro-derecha), además de por otras pequeñas fuerzas como el Partido Progresista (PP) y el Partido Republicano de Orden Social (PROS).
(4) Léase Antônio David y Lincoln Secco, “Saberá o PT identificar e aproveitar a janela histórica?”, Viomundo, 26 de junio de 2013. http://www.viomundo.com.br/politica/david-e-secco-sabera-o-pt-identificar-e-aproveitar-a-janela-historica.html
(5) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=183873&titular=entre-goles-negociados-y-especulaciones-electorales-

Texto publicado en http://www.monde-diplomatique.es/