
Por estos días es difícil evitar hablar sobre el mundial de la FIFA, sobre todo cuando las personas saben que a uno le gusta el fútbol. Me encontré en la calle con un conocido, con el que hace mucho tiempo no hablaba, me saludó e inmediatamente me preguntó cómo veía el mundial. Le respondí que no lo he visto mucho, tratando de cambiar de tema, le pregunté por su vida, él me respondió que estaba bien, buscando empleo, algo normal acá en Colombia para las personas que hemos terminado la universidad y que tenemos poca experiencia laboral en el campo que estudiamos.
Él insistió en hablar sobre el mundial, me preguntó sobre que selección veía como principal candidata para ganar la Copa. Ante su insistencia, decidí responderle de manera tajante, por eso cité a Joseph Blatter, que en su discurso de apertura del congreso de la FIFA, realizado en San Pablo, ante miles de periodistas de todo el mundo, un día antes del inicio del mundial, dijo que el fútbol: “es más que un juego, es un negocio multimillonario, que crea oportunidades”.
Mi interlocutor se quedó sorprendido con lo que le acababa de decir y me hizo inmediatamente una contra pregunta, ¿en serio Blatter dijo eso?, yo le respondí rápidamente, sí, y le añadí, Blatter simplemente ratificó lo que es innegable ante los hechos, el fútbol asociación es un negocio, y este mundial está diseñado para que lo gane la selección con la nómina más costosa, Brasil. Es más, continué diciéndole, lo más probable, porque es lo más rentable para la FIFA, es que el partido de la final sea Brasil vs Argentina, o sea Nike vs Adidas, Neymar vs Messi, las principales empresas transnacionales de implementos deportivos y sus principales modelos enfrentados por la Copa.
Él no dijo nada, pero me arrugó la cara, manifestando así su incredulidad ante lo que estaba escuchando. En ese momento pensé en despedirme y dar por terminada la charla, pero ya me había picado la lengua y decidí compartirle otro punto de vista. A los políticos también les crea oportunidades que Brasil gane la Copa, le dije, y agregué, el 5 de octubre hay elecciones presidenciales en Brasil, Dilma Rousseff busca su reelección, y si la selección gana, ella tendrá mayor opción de ganar, ya que mucha gente se conformará con el triunfo, y de pronto no les importe tanto que desde 2011, año en que se posesionó, la economía brasileña ha disminuido su crecimiento, dirán que al menos todo el dinero del presupuesto público que se invirtió en la realización del mundial sirvió para que ganaran la sexta Copa, para ser los más ganadores del mundial de la FIFA. Además, continué, a los dirigentes de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), que son fascistas, les interesa que Dilma tenga una deuda pendiente con ellos, porque de lograr la reelección le tocaría al Partido de los Trabajadores (PT) ratificar la alianza con partidos conservadores, que tienen la mayoría en el parlamento, para tener gobernabilidad.
Pero de pronto Colombia les desbarata todo, me dijo, no, le contesté, y le complementé, Colombia llegará máximo hasta los cuartos de final, y eso si es capaz con Uruguay, a pesar de que los brasileños, a través de los medios masivos de comunicación presionaron y lograron que la FIFA sancionara a Luis Suárez, negándole incluso la entrada a un estadio durante cuatro meses como si fuera un hooligan. Los brasileños le tienen mucho miedo a Uruguay, continué, el Maracanazo es un fantasma que los persigue.
La FIFA le está dando la mano a Brasil, como dicen los abuelos: Desde el desayuno se sabe que va ser el almuerzo. Y es que para la canariña es más accesible Colombia, que tal vez, tenga mejores jugadores que Uruguay, es cuestión de estilos, pero estos no tienen la personalidad tan aguerrida de los charrúas, por eso ellos han ganado dos Copas, y si revisamos el aspecto político y social, en Uruguay la población ha logrado conquistas que nosotros, los colombianos, todavía no, allá hay atención integral y de calidad en salud, educación de calidad y gratuita, por mencionar sólo algunas, claro, han incidido muchos factores, pero acá ha faltado carácter o tal vez más personas con coraje para luchar por lo que merecemos. Ahí paré porque ya me estaba yendo por otro camino.
Él, que unos instantes antes me escuchaba con incredulidad, ahora asentía con la cabeza lo que le decía, y ante mi silencio, expresó: Es cierto, no lo había visto desde ese punto. Pero acá estamos cómo en las mismas, apuntó, haciendo referencia a la corrupción que existe en el equipo del cual somos hinchas y que se extiende a todo el Fútbol Profesional Colombiano. De eso hablamos otro día, le contesté, ahora me tengo que ir, y mientras me despedí, le dije: Lo dijo Blatter, el fútbol asociación es un negocio.
Eduardo Barbosa [ @FutbolSubverso ]